Caminos para la autonomía financiera en el encuentro con CUSO y las organizaciones socias
- Paula Jaime Méndez
- hace 18 horas
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El jueves 24 de julio, tuvimos un encuentro con organizaciones socias en Colombia de CUSO International. Conocimos diversas organizaciones que trabajan día a día por el desarrollo de sus territorios y procesos. La conversación giró en torno a dos grandes desafíos: ¿cómo avanzar hacia la autonomía financiera de los procesos territoriales y comunitarios? y ¿cómo aprender a integrar el cambio climático como parte de las acciones que realizan las organizaciones sociales?
El espacio fue una oportunidad para conocer las experiencias de quienes, desde sus territorios, están construyendo alternativas de financiamiento:
Asociación de Asociaciones Agroturísticas de Guardabosques de la Sierra, que desde 2010 reúne a 65 socios dedicados a la recolección de cacao en la Sierra Nevada.
Fundación Victoria Elena que acompaña a niñas, niños y adolescentes en Tuluá, Palmira y Siloé (Cali) a través del deporte, la cultura y la educación, con un proyecto bandera que hoy impacta a 80 jóvenes.
Fundación Akasa, que desde hace una década trabaja con personas migrantes y comunidades costeras en derechos humanos, medio ambiente y fortalecimiento de redes de base comunitaria.
Fundación Kabyl, que impulsa procesos de etnoeducación y aprendizaje alternativo en la Sierra Nevada a través de bibliotecas comunitarias y educación ambiental.
Proárbol, que transforma barrios de Valledupar con huertas urbanas comunitarias desde 2017.
Fundación Acua, que trabaja con comunidades étnicas para potenciar sus activos culturales y bioculturales mediante apoyo técnico, investigación y alianzas con la academia.
Universidad Tecnológica de Pereira (Jhon Mario Rodríguez), que lidera el Bosque Modelo Risaralda, conectando redes locales e internacionales en Colombia, Costa Rica y Bolivia.

Inspiración mutua: diversas formas de financiamiento
Durante el encuentro, reflexionamos sobre el contexto actual y la necesidad de diversificar las fuentes de recursos, romper las reglas tradicionales de la cooperación y avanzar hacia decolonizar la financiación. Algunas prácticas inspiradoras que conocimos fueron:
Pulguero comunitario: una iniciativa que genera ingresos anuales importantes a partir de la recolección y venta de donaciones, en alianza con empresas de comercialización de ropa nueva y electrodomésticos.
Ecomercado veredal: un espacio de trueque y economía circular donde campesinos venden sus productos a vecinos y turistas, fortaleciendo la economía solidaria.
Plataforma de comercialización de productos locales, una experiencia de comercialización de productos culturales y gastronómicos, que busca mejorar la calidad y ampliar los mercados, involucrando a las comunidades como socias.
Redes de filantropía comunitaria, donde los aportes locales y de la diáspora (por ejemplo, comunidades colombianas en el exterior) fortalecen proyectos sostenibles.
¿Qué nos llevamos?
A parte de salir inspirados por las historias compartidas, nos llevamos que la autonomía financiera no es solo diversificar ingresos, es construir relaciones de confianza, fortalecer las capacidades locales y reconocer el valor del territorio como fuente de inspiración global.
Escrito por:
Paula Jaime Méndez
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